Puede que sea el arroz más sencillo de todos, pero también el que más se le atraganta a la gente a la hora de hacerlo. Quiero daros mi receta para que siempre os quede suelto y en su punto justo de cocción.
INGREDIENTES
De dos a cuatro dientes de ajo (si no son grandes)
2 Vasos de arroz
4 Vasos de agua
Sal
PREPARACIÓN
Doramos el ajo entero en un poco de aceite y cuando estén doraditos los retiramos del aceite.
Añadimos el arroz y rehogamos un poco, lo justo para que suelte ese olorcito a "tostado".
Añadimos el agua y la sal y esta será la PRIMERA Y ÚNICA VEZ que removamos el arroz.
Ponemos a hervir a fuego fuerte tapando la cazuela y cuando rompa el hervor bajar el fuego a la mitad. El arroz estará listo cuando ya no haya líquido.
Destapamos y retiramos del fogón si este es de vitro, y no cedamos a la tentación de remover el arroz ahora.
Cuando hayan pasado unos diez minutos, entonces sí podremos remover, con un tenedor de palo desde los bordes de la cazuela hacia dentro y ya está listo para comer.
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