Hoy he ido al mercado con el sano propósito de comprar una merluza y rellenarla; pero una vez allí, entre tanto ojo marino mirándome entre el hielo, al lado de las preciosas merluzas, estaban estas otras que jamás había comido, y como soy muy de probar pescados nuevos, me aventuré en la compra de un ejemplar de kilo y medio.
Pedí que me la abrieran en libro, le quitasen las escamas y la espina central; para al menos así, serle fiel en algo a la idea inicial.
INGREDIENTES:
1 Corvina de kilo y medio.
1 Paquete de gulas pequeño.
1 Puñado de gambas peladas.
1 Puñado de carne de mejillón.
2 Dientes de ajo
1 Vaso de vino blanco.
1/4 de Cebolla
1/2 Bote de pimientos del piquillo.
1 Brick pequeño de nata líquida de cocinar.
PREPARACIÓN
Doramos los ajos bien picaditos y rehogamos un poco las gambas, las gulas y los mejillones. Rellenamos la corvina con esto.
Sellamos con palillos.
Metemos al horno el pescado, bañándolo con el vino blanco y horneamos a 180/190ºC.
Mientras, pochamos la cebolla picadita; cuando esté blanda añadimos los piquillos y rehogamos un par de minutos más; agregamos la nata, dejamos un par de minutos a fuego muy bajo y a continuación lo pasamos por el pasapurés.
Sacamos el pescado del horno y mezclamos muy bien la salsa de piquillos con el jugo que haya soltado la corvina en su cocción.
Este asado pide a gritos sidra natural asturiana; o en su defecto, una cerveza de trigo alemana, de paladar suave pero con un delicioso sabor a cereal.
Un plato delicioso!
ResponderEliminarMuchas gracias, este mismo plato lo hago con merluza, con salmón y con truchón, la salsa de piquillos les va estupendamente.
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