Me he propuesto empezar con la operación bikini y quiero empezar con buenos alimentos, nada calóricos y llenos de vitaminas, a parte, mis caminatas diarias de tres o cuatro kilómetros acompañada de mi madre y mis perros, harán el resto.
INGREDIENTES
Caldo de pollo (lo tenía ya hecho en el congelador, pero vale hasta el de pastilla)
Una bandeja de champiñones.
Una patata.
PREPARACIÓN
El caldo ya lo tenía hecho, pero estaba hecho con una carcasa de pollo, un trozo de jengibre (le aporta un picantillo curioso, pero si no os gusta, fuera), una zanahoria, cebolla, puerro y apio.
Tostamos un poco los champiñones en una sartén sin apenas aceite, que cojan un pelín de color y añadimos al caldo.
Pelamos y cortamos en rebanadas finas la patata y lo metemos al caldo también. Cuando esté blanda, la sopita ya estará lista.
Nota: Se puede pasar por la batidora, con unos quesitos y un poco de nata y saldrá una crema muy rica, así la comen mis hijos, a la pequeña es, junto a la de calabaza, la crema que más le gusta. ¡Pero se trata de que podamos lucir bikini en Junio!
También, para darle más sabor (que ya tiene y mucho gracias al caldito de pollo), se puede hacer un batiburrillo de hongos, añadiendo las clásicas setas de toda la vida, champiñones y shitakes, que aportan mucho sabor. Yo, lo que tenía por casa.
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