Canelones de Bonito y Huevo

Otra vez canelones, pero esta vez rellenos de bonito, huevo y tomate. ¿Me creeríais si os digo que es la primera vez que los hago así? ¿Que siempre que me pongo a hacer canelones acabo haciéndolos de paté porque es una especie de adicción mia? Pues creedlo porque es cierto y ya tenía ganas de rellenarlos de bonito, si bien digo que los he hecho como si de paté se tratase, ya veréis por qué.

INGREDIENTES

2 Paquetes de placas de canelones

3 Latas de bonito en aceite de oliva

1 Huevo cocido

Salsa de tomate

Harina

Mantequilla

Leche

PREPARACIÓN

Yo suelo intentar hacerme la vida fácil en la cocina, por lo que siempre uso las placas de canelones o de lasaña de esas que no hace falta tenerlas cociendo previamente en agua. Las placas que uso se sumergen en agua caliente durante 15 o 20' y ya están listos para ser usados.

Mientras preparamos las placas de canelones ya habremos cocido el huevo. Lo pelamos y lo trituramos con la batidora junto a las latas de bonito (no quitamos el aceite) y el tomate, de forma que nos quedará una pasta ligera y nada pesada. Pero podéis simplemente mezclarlo todo y dejar que se noten todos los tropiezos.

Secamos los canelones con un trapo limpio y les colocamos encima de cada uno una buena cucharada del relleno. Formamos los rulos y los vamos colocando en una fuente de horno.

Derretimos la mantequilla en el micro y una vez líquida mezclamos un par de cucharadas de harina e introducimos en el micro 2', esto es para evitar que la bechamel tenga ese sabor a "crudo".

Sacamos, vertemos dos vasos de leche y metemos un minuto a máxima potencia en el micro. Repetiremos la operación cuatro veces más, revolviendo bien a cada minuto. Si quedase espesa, añadiremos más leche.

Vertemos la bechamel encima de los canelones, esparcimos un poco de tomate por encima de la bechamel y gratinamos unos diez minutos en el horno.