No hace tanto me estaba bañando en la playa con mi madre, ambas lo comentábamos, que faltaba menos de un mes para Navidad y nosotras dándonos nuestro chapuzón en la playa del Camello de Santander, vale, sí, no estaba el agua calentita, pero fuera hacía sol y hasta calor y ahora lo que pide el cuerpo son guisitos calentitos que entonen el cuerpo, sobre todo a mí, que salgo de casa aunque esté diluviando, ya que una de mis aficiones es caminar y caminar con mi perro Bosco, en esos momentos mi mente fluye sola, piensa sin cesar como un ente separado de mi ser, es fascinante, ojalá algún día inventen una grabadora de mentes. Estaría bien poder ver lo que se pensó hace veinte años, por ejemplo, ver lo que varió hasta ahora y también aquello que sigue intacto a pesar de los años.
A mi hija Sara le gustan mucho las patatas guisadas, en eso sale a mi madre, mi madre cuando las cocina pone en ellas todos sus recuerdos de niña, los de aquella cocina de carbón junto a su abuela, los olores de antaño... por eso a ella le salen tan ricas; a mí me quedan bien, pero no llevan ese ingrediente emotivo de ella.
En su día os puse otras de mis patatas guisadas con salchichas, son diferentes, pero si queréis recordarlas, pichad aquí
INGREDIENTES
Patatas
1/2 KgSalchichas de pollo de carnincería
1/2Kg de champiñones
1/2 Pimiento verde
1/2 Pimiento rojo
2 Dientes de ajo
1 Cebolla roja
Vino blanco
Pimentón
Pimienta negra
1 Hoja de laurel
Aceite de oliva
PREPARACIÓN
Cortamos las salchihcas en tamaño de bocado y en una olla ancha y no demasiado alta, en un chorrete de aceite de oliva las vamos dorando, al final añadimos un chorrete de vino blanco y dejamos cocinar hasta que el vino se espese. Retiramos del fuego, sacamos el resultado a un plato y reservamos.
En la misma olla pochamos las verduras cortadas en brunoise y cuando estén blandas añadimos las patatas peladas y tronchadas no demasiado grandes, rehogamos un poco y añadimos las salchichas con su caldito. Vertemos un poco más de vino blanco, la pimienta, el pimentón, los champiñones laminados, la hoja de laurel y cubrimos de agua. Dejamos hervir a fuego medio/bajo durante 20'
Qué casualidad que hoy hemos com,odio en casa de mi suegra unas patatas guisadas. La diferencia es que le acompañaban mejillones, almejas y gambas. Las tuyas se ven muy ricas, por lo que la voy ha guardar para pasársela a mi suegra y para mi.
ResponderEliminarBesos Sara.
Tu suegra pone las patatas guisadas de los pescadores... pero de lujo! Qué ricas tienen que estar. Yo hago unas parecidas, pero pienso copiar esa idea, me ha gustado mucho.
EliminarVaya pinta más buena, me encantan los guisos y este debe de estar buenisimo, tomo nota
ResponderEliminarBesos guapetona
Guisos de toda la vida, de esos que llevan incorporados los recuerdos de familia. Por eso gustan tanto a casi todo el mundo, porque son mucho más que unos ingredientes mezclados en una olla.
Eliminarreceta genial para estos días de frío, además que esta, a los peques, seguro que les encanta
ResponderEliminarA mi pequeña le encantan las patatas guisadas lo que más y aunque come en el colegio, las patatas si sobran por la noche se pueden comer, no como otros guisos más pesados (aunque al mayor mío si le das fabada por la noche, la come y repite si hace falta); así que sí, a los peques les encanta. A mí de pequeña no me hacían mucha gracia cuando iban acompañadas de chorizo, así que mi madre las aplastaba con el tenedor dejando una especie de puré que sí lo comía mejor.
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