Hacía mucho tiempo que quería hacer esta receta, es de la grandiosa libreta de líneas amarillentas de mi abuela, esa libreta que guarda mi hermana como oro en paño y que se resiste a dejármela porque sabe que inmediatamente iré subiendo esas recetas al blog... y no le falta razón.
Es un guiso de los de toda la vida, de esos que los cocineros de ahora les da alergia por contundente y poco fina. Con ella quiero participar en este concurso que organizan en el blog de Cocinando con las Chachas para celebrar su segundo cumpleblog.
INGREDIENTES
Un puñado de garbanzos Pedrosillanos por persona
1/2 Cebolla
1 Zanahoria
2 Patatas
1 Puerro
1 Diente de ajo grande
1 Sobre de azafrán en hebra
1 Conejo entero
1/2 Cebolla
1 Zanahoria
1 Diente de ajo grande
1/2 Pimiento verde
2 Ramitas de tomillo
1 Cucharada de pimentón dulce
1 Hoja de laurel
1 Cucharada de tomate frito
1/2 Vasito de vino tinto
Caldo de pollo para cubrir
PREPARACIÓN
La víspera ponemos a remojo los garbanzos en agua caliente.
A la mañana siguiente, retiramos el agua de remojo y en una cazuela echamos los garbanzos con el puerro, la media cebolla, la zanahoria, la patata y el ajo, añadimos agua caliente y ponemos a hervir. En una sartén tostamos un poco el azafrán y cuando empieza a aromar lo añadimos a los garbanzos ya hirviendo. Bajamos el fuego a la mitad y tapamos.
Mientras tanto picamos finito las verduras que nos quedan y las ponemos a pochar. Cuando estén blandas, añadimos el conejo troceado, el pimentón, el laurel, el tomate frito, el tomillo, el vino y cubrimos con el caldo de pollo. Bajaremos el fuego cuando rompa a hervir. Finalizaremos la cocción cuando la carne se desprenda del hueso con facilidad.
Una vez cocinados los garbanzos, retiramos el caldo (haremos sopa con él) y los mezclamos con el conejo y con parte de su salsa y lo acompañamos con las patatas y zanahorias del cocido.
A este cocido le pide un buen tinto, la procedencia la dejo a libre elección, pero debe ser un tinto con cuerpo, contundente, de esos gordos en boca. Y después, una buena siesta.
Madre mía menuda pinta que tiene la receta. Contudente y deliciosa. La probaremos. Muchas gracias por participar en nuestro concurso, ya tienes la receta en el blog. Un abrazo de las Chachas
ResponderEliminarMuchas gracias a vosotras por el concurso tan estupendo y por seguir al pie del cañón con ese delicioso blog.
EliminarUn abrazo.
Sara que buena combinación, creo que el garbanzo es mi legumbres favoritas (aunque la lenteja también está ahí) y el conejo está en mi plato semanalmente, así que... Me encanta!!!! Besitos y feliz semana!
ResponderEliminarGlo de COCINAR CON AMIGOS
A mí también me gustan mucho, y es que les va cualquier ingrediente. Yo al conejo me voy aficionando cada vez más, si bien es cierto que siempre tiro a por las patitas.
EliminarLas lentejas son riquísimas también, pero tienen un sabor tan pronunciado que te dejan pocas opciones, pero las que dejan siempre siempre son deliciosas.
Sara que quieres que te diga, a mi estas recetas como decía Revilluca, me ponen!!!. Son una delicia, están riquísimas y son las mejores porque son las de toda la vida, y de nuestras abuelas, que hacían maravillas con los ingredientes que tenían a mano. Tus ingredientes y tu plato son de 10.
ResponderEliminarY como dicen por allí, besucos!!!
Un plato de cuchara bien contundente...
ResponderEliminarCon esos ingredientes seguro que está para rebañar el plato.
Mucha suerte
Muchas gracias Pepi, sí que es contundente, un plato único estupendo para los días fríos.
EliminarOpino como tú, las recetas de toda la vida son joyas culinarias que han pasado de generación en generación, recuerdos del paladar, memoria... pero es que últimamente, en esos concursos de cocina, noté como cierto tufillo de rechazo a este tipo de plato, se referían a ellos como a "guisotes" o calificaban al cocinero como que solo supiera hacer guisos... en fin, hoy mismo lo comentábamos mi madre y yo, acabábamos de ver una escultura de esas de metal que a saber qué quieren representar, el autor lo deja a la libre interpretación (e imaginación) del visionador, lo cual no está nada mal, que ojo, no es mi intención la de menospreciar el arte moderno, pero lo que sucede es que ya solo se plantan ese tipo de esculturas en las ciudades, lo antiguo, el realismo, ha pasado a ser caduco e incluso hortera si me apuras.
ResponderEliminarMadrid y Barcelona son dos ciudades cosmopolitas por excelencia, sin embargo, Madrid conserva ese aire rural (no me matéis, es lo que yo siento) y por eso me gusta más. Stuttgart, inmensa ciudad, cuna de la Mercedes, le sucede lo mismo que a Madrid y es una ciudad moderna como la que más... no se si soy capaz de transmitir lo que quiero decir.
En fin, que la modernidad, en todo, es buena, pero no por aceptarla hay que rechazar lo tradicional.