Unos días maravillosos

He pasado unos maravillosos días en mi tierra, como ha hecho frío y mi casa la construyó mi tatarabuelo, por lo que es la típica casa asturiana preciosa pero sin calefacción, he tenido que enceder, muy gustosamente la cocina de leña. 

Durante el verano recolecto árboles de la huerta que están derribados, cortamos el tronco en trocitos y los apilamos en la carbonera de la cocina, para que cuando llegan días como los pasados, llenos de granizo, lluvias y frío, la cocina de leña es de lo más acogedor y encima tiene la estupenda función de cocinar de la forma más tradicional. Hoy os presento mi cocina de Asturias en invierno, esa que describo en mi presentación.

En la foto de abajo veis dos "potas" (cazuelas) en la negra, se estaba cocinando un bacalao en salsa verde y en la azul una buena sopa de pescado.

El bacalao, desalado, lo pasé por harina y en un poco de aceite de oliva, lo doré. Lo saqué a una fuente y en ese mismo aceite poché una cebolleta y dos dientes de ajo. Cuando estuvo blando, incorporé de nuevo el bacalao, unas almejas y perejil. Agregué un poco de vino blanco y un chorrete de agua. Cociné hasta que las almejas se abrieron.

Con la sopa de pescado, hice el mismo sofrito pero añadiendo un tomate rayado.

Añadí una "andarica" (nécora) un par de langostinos, un poco de carne de mejillón, almejas y raspas de merluza y rape.

No sé deciros el tiempo de cocinado de ninguna de las dos recetas, ya que no he encendido la vitro en ningún momento, y nunca calculo el tiempo cuando lo hago en la cocina de leña, simplemente vas probando y nada más.

Como buena asturiana, a parte de andar por ahí de chigres (bares) y restaurantes de la zona, me fuí hasta Covadonga, pero eso ya os lo enseño mañana.