Rabas

Estas son las auténticas rabas de Santander, que no son otra cosa que los tentáculos de los calamares embadurnados de harina y fritos en aceite bien caliente. Pero como es un artículo muy demandado, ya que no hay restaurante, cafetería o bar que no tenga su ración de rabas, y los calamares no son precisamente baratos, han acabado haciéndose con el cuerpo de los peludines, otro tipo de cefalópodo, y llamando a los tentáculos del mismo animal "rejos". Lo cual es comprensible y además sale muy rico también, aunque suelen quedar más duros, pero el precio es lo que manda. Como yo ayer hice el calamar grande en su tinta, reservé los tentáculos para poder poner unas buenas rabas por la noche para mi marido, que le vuelven loco. Yo que pude meter el tenedor en un par de tentáculos y de verdad, el sabor es incomparable.

INGREDIENTES

Los tentáculos de un calamar grande

Harina

Aceite de oliva virgen extra.

PREPARACIÓN

Cortamos los tentáculos en dos o incluso en tres trozos (esto para esos super tentáculos largos que tienen ellos para poder pescar a sus presas). Los metemos en un recipiente con harina, removemos bien para que queden bien impregnados de harina. Los pasamos a un colador, sacudimos para que suelten la harina sobrante y los freímos en aceite muy caliente.

Deben estar en la sartén hasta que estén doraditos. Sacamos a un papel absorvente y servir a continuación.

Los puristas dicen que deben comerse tal cual, sin limón, pero como la cocina es para todo el mundo, servidos con unas rodajitas de limón es como te las ponen en todas partes.