Ayer fui a la pescadería con la intención de comprar una sepia para hacer una receta de Arguiñano que me gustó, que consistía en cocinar la sepia entera (limpia, eso sí) pero las que había en la pescadería no eran demasiado grandes y sin embargo tenían unos calamares enormes acabados de llegar de la lonja. Así que mi madre y yo decidimos comprar un par de estos calamares, uno para cada una y cocinarlos como la sepia de Arguiñano.
INGREDIENTES
1 Calamar grande, de un kilo y medio más o menos
1 1/2 cebolla
1/2 Pimiento verde
2 Dientes de ajo
1 Vasito de vino blanco
1 Hoja de laurel
La tinta del propio calamar.
2 Cucharadas de tomate frito
PREPARACIÓN
Le pedimos a la pescatera que nos limpie el calamar y que nos guarde la tinta.
Piamos la cebolla y el pimiento en Juliana y ponemos a dorar en una olla baja y ancha.
Machacamos con la ayuda de un cuchillo los dos dientes de ajo y los añadimos al refrito.
Cuando hayan cogido color, añadimos el calamar enterito. Yo he guardado los tentáculos para la cena de esta noche.
Añadimos el vino, la salsa de tomate y el laurel y cubrimos con agua. Cocinamos a fuego medio hasta que el calamar esté tierno. en mi caso resultó sorprendentemente rápido.
Una vez guisado es cuando lo cortamos en tiras, según Arguiñano es mucho más fácil hacerlo de esta forma y yo creo que tiene razón, pero de sabor no he encontrado diferencia... estaba delicioso, pero no sé si ha sido porque el producto era buenísimo o es que quedó tan bueno también por cocinarlo entero.
A falta de dos o tres minutos de cocción, rompemos la bolsa de la tinta y la añadimos al guiso.
Esta vez he pasado la salsa por el pasapurés, pero suele gustarme dejarlo todo entero y encontrar la verdura entera.
De acompañamiento he usado cuscus, que a mis hijos les gusta mucho sustituyendo el socorrido arroz blanco y creo que ha sido un acierto, ya que recoge mejor la salsita.
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