¡No puedo creer que no haya puesto esta sopa fría aún en el blog! ¡No puedo creerlo porque es, sin duda, mi sopa fría favorita! Cuando mi madre la hacía para mí siempre era una fiesta y podía estar comiendo plato tras plato hasta no poder más, daba lo mismo, para mí, la vichyssoise era lo más delicioso que había comido nunca.
No me sale mal, es más, creo que me sale muy rica, pero ese toque de mi madre no consigo tenerlo, ¿será que me falta ese ingrediente tan suyo? ¿Ese cariño especial que ponía en cada comida pensando en sus niños devorando su comidita? Las comidas de mamá, de cada mamá del mundo, siempre son lo mejor para los hijos.
INGREDIENTES
Caldo de pollo (un muslo con su contramuslo, 1/2 cebolla, 1 zanahoria pequeña, 1/2 tallo de apio)
3 Puerros
3 patatas
3 Quesitos
1 Brick pequeño de nata líquida
1 Cucharada de mantequilla
1/2 Cucharadita de jengibre en polvo
Perejil picadito
PREPARACIÓN
Ponemos a cocer el pollo con la media cebolla, la zanahoria y el apio. Retiramos del fuego cuando esté tierno el pollo. Colamos y guardamos el pollo para recetas posteriores.
En una olla ponemos a cocer los puerros troceados y las patatas tronchadas con el caldo de pollo. Dejamos al fuego hasta que las patatas estén tiernas.
Con la ayuda de una batidora, aún en caliente, licuamos las verduras y los quesitos. A continuación añadimos la cucharada de mantequilla y el brick de nata. Removemos un poquito y dejamos enfriar.
Esta sopa como más rica está es muy fría, pero como todo en esta vida, hay colores para todos los gustos, por lo que si os gusta más calentita, libres sois. Espolvoreamos con el perejil recién picadito a la hora de servirla.
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