Tengo alma de aventurera, por mis venas corre ese rojo líquido que compartí con mis ancestros celtas y sigo sintiendo ganas de explorar el mundo, escalar montañas solo para saber qué hay después de ellas... surcar el mar en busca de esa tierra que hinche mi pecho de la alegría del descubrimiento. Entonces me doy cuenta, aterrizo y busco en la despensa otra forma de viajar, de descubrir. Fui a Macro y vi las patatas moradas, esas que tanto salen en los programas de cocina tan de moda hoy en día, y simplemene no me pude resistir. Son chiquitinas, y de un espectacular color morado, de verdad que resultan muy atractivas visualmente. La receta de hoy es una adaptación de varias que he visto en revistas, programas de tv e incluso en internet. La más cercana a la mía es la del chef Julius de Canal Cocina; él hizo un milhojas de patatas con brandana de bacalao, yo le copié la idea de los chips de patata morada.
Os diré que como aperitivo está estupendo.
INGREDIENTES
Patatas moradas
Migas de bacalao desalado
1 Cebolleta
1 Diente de ajo
Aceite de oliva
Un chorrete de nata
Pimienta negra
PREPARACIÓN
Lavamos bien las patatas, dejando la piel y las rebanamos en rodajas muy finitas, si tenemos mandolina podemos ayudarnos de ella y así las rodajas quedarán todas igual de finas.
En aceite bien caliente las freímos y las iremos sacando cuando veamos que se van tomando un ligero color dorado. Sacamos a un papel secante y reservamos.
En un recipiente apto para el microondas, vertemos un chorrito de aceite de oliva y un ajo machacado, ponemos a mitad de potencia durante un minuto, de forma que el ajo infusione el aceite. Reservamos.
Cortamos la cebolleta en brunoise y la pochamos, cuando esté transparente añadimos las migas de bacalao un minuto escaso, agregamos la nata y pasamos por un pasapurés, agregando poco a poco el aceite de ajo. Formaremos así un puré espeso de bacalao.
Montamos el plato poniendo una base de chips de patatas moradas y una capa de puré de bacalao, así iremos alternando las capas hasta terminar con una patata morada. Espolvoreamos de pimienta negra recién molida y servimos.
No las he comprado nunca estas patatas, y la verdad que su color me llama la atención. Y que sabor tienen? Supongo que parecido, no? Ya me dirás. Te ha quedado un plato bien rico y colorido. Me gusta la presentación y si encima está bueno, mucho mejor.
ResponderEliminarBesos Sara.
Sí, saben igual que las blancas (por lo que la receta se puede hacer perfectamente con las patatas comunes). Aún me quedan, así que iré haciendo otras recetas a ver qué tal quedan.
ResponderEliminarNo he probado esas patatas, pero están diciendo "cómeme" y la combinación con el bacalao debe ser espectacular.
ResponderEliminarBesos.
Ra, la verdad es que esta receta se puede hacer con la patata blanca de toda la vida, porque el sabor de la morada es el mismo, lo único, la nota de color tan linda que le pone al plato y que a los niños puede resultarles mucho más atrayente que un platillo de color blanco, ya que a no ser que se espolvoree con cilantro, perejil o cebollino, con patatas normales quedaría un plato un poco soso visualmente.
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