Cada vez me gusta más el pavo, ligero, digestivo, buena proteína y encima rico, si bien es cierto todo esto, también es verdad que el pavo es más seco que el pollo y más aún la pechuga, pero si nos lo montamos bien, tendremos un plato lleno de sabor y que no te hace beber dos litros de líquido en cada bocado.
1 Pechuga de pavo
1 Diente de ajo grande
2 Cucharadas colmadas de queso de untar tipo Philadelphia.
Pan rallado con ajo y perejil
PREPARACIÓN
Con la ayuda de la picadora he molido la pechuga junto al queso y el diente de ajo.
Formamos bolitas y aplastamos contra el pan rallado.
Freímos en abundante aceite caliente hasta que estén doradas.
El plato que veis ahí es el que se comió mi hijo, un plato combinado de filetes rusos de pavo, arroz blanco y un huevo. Yo me las comí con una ensalada verde.
Muy ricos, en casa los llamamos "Albóndigas aplastas", en plan rústico. Mis hijos las empezaron a llamar así, porque yo les decía que eran como las albóndigas pero aplastaditas, y aún hoy, ellos los llaman así. La idea del queso para darle más jugosidad es genial, y lo tendré en cuenta para la próxima vez que los haga.
ResponderEliminarMenudo plato se comió tu hijo como buen chicarrón del norte! aunque él que tengo en casa, que también lo parece, se comería ese plato y con mahonesa que le encanta, aunque trato que la tome lo menos posible, porque como todo en exceso no es bueno.
Un beso Sara
Yo creo que éste mío se come un sueldo él solo, de verdad, como decimos por mi casa "no tiene suelo". Al mío la mayonesa no, pero el ketchup... a veces le he pillado comiéndolo a cucharadas, vamos, sin sentido. Así que procuro no tenerlo.
ResponderEliminarUn beso grande a ti, Mari