¿Tenéis nuevos propósitos? ¿Los cumplís?
Sin más os dejo mi resumen navideño tal y como hice el año pasado. Este año he estado de casa en casa, así que como viene siendo habitual, mis celebraciones personales han sido la noche de Navidad y la de Reyes. En Navidad e instaurado la tradición de comer un buen cachopo, pero como la cámara de mi móvil no es muy allá, no hice fotos, por lo que tengo que repetir la receta siendo de día y con luz natural jejeje. Por lo que las fotos que pondré ahora son de la noche de Reyes, cuando ya ha finalizado todo y solo queda recoger los adoros navideños. Este año ha sido "de mar", por lo que la cena ha estado protagonizada por los seres marinos que pueblan nuestra costa.
Tanto a mis hijos como a mí, el sushi nos encanta, ests del plato son de tamago-sushi (el de tortilla rodeado de una cinta de nori), de atún rojo, de langostino, de pulpo y de pez mantequilla.
Aquí estan los makis de atún y de pepino y sushi de salmón.
Canapés de salmón ahumado con huevas en panecillos de pan tostado con aceitunas.
Cigalas cocidas: Ponemos a hervir agua con sal, una vez roto el hervor metemos las cigalas, esperamos que hierva de nuevo y a partir de ahí contamos dos minutos y retiramos a un plato.
Pupo a la gallega con cachelos (patatas cocidas)
Almejas a la cubana
INGREDIENTES
Una red de almejas gordas
cebolla
Ajo
Tomate crudo
Pimentón dulce
1 Cucharadita de maizena
Ron
PREPARACIÓN
Picamos en brunoise la cebolla y el ajo y las doramos en una sartén. Cuando ya hayan cogido un color dorado bonito, añadimos la cucharadita de maizena, desleída en un poco de agua fría, las almejas y bañamos con un poco de ron, flambeamos y cuando se apague la llama tapamos y dejamos cocer a fuego vivo hasta que las almejas se abran.
Y el plato estrella, carabineros a la plancha, posiblemente el marisco que más me gusta a mí.
Yo los hago así: Enciendo la plancha al máximo y vierto un chorrete de aceite de oliva virgen, espolvoreo con sal maldon y pongo los carabineros encima, los doro unos dos minutos o tres si son grandes, les doy la vuelta, les baño con zumo de limón y añado más sal maldon, los dejo cocinarse otros dos o tres minutos y los emplato para poder comerlos inmediatamente. Si tenemos suerte tendremos que usar bien de pan para aprovechar todo el jugo de los carabineros.
Y para bañar la cena, qué mejor que un buen champagne, un Veuve Clicquot que creo que lo envió mi padre desde el cielo para esta celebración que a él tanto le gustaba.
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