Albóndigas de pavo 七面鳥のミートボール

La caída de las hojas es algo espectacular, sigue entusiasmando salir a pasear con mi perro con este tiempo, le pongo su chubasquero, me pongo el mío y salimos a disfrutar de la ciudad casi solitaria, es cuando puedes apreciar sin distracción el paisaje, los olores, los sonidos. No cabe la menor duda que este tiempo es mágico, de alguna forma te lleva a directa a la nostalgia.

Me gusta a ir al parque de Mataleñas, que lo tengo cerquita de casa, y meterme entre los árboles centenaros y escuchar el rumor de las hojas batidas por el viento y asomándote, puedes ver el Cantábrico, brincando como un adolescente en sus primera salidas con los amigos. Su espuma blanca, su olor salado, ese romper contra las rocas, su bramido bravucón... mi amado mar va de la mano con el otoño, es cuando puede sacar su forma de ser, su esencia guerrera.

La receta de hoy es una variación de la receta de la Chef Taka de esta web de recetas japonesas en español, ya que ella las ha hecho con pollo. No me gusta variar la cocina de otros lugares, pero la variación es tan leve que la menciono solo por respeto.

INGREDIENTES

Una pechuga de pavo (la receta original lleva muslo de pollo)

1 Clara de huevo

1 Chorrito de aceite de sésamo

1 Cucharadita de maizena (la receta original lleva fécula de patata)

Pasta Miso

Puerro la parte blanca

Pimienta

Un trozo de jengibre (la receta original no lo lleva)

Harina

Salsa teriyaki Kikkoman

PREPARACIÓN

Picamos la pechuga de pavo con la picadora, que quede bien molida. Picamos en brunoise muy fino el puerro y el jengibre pelado y lo añadimos a la carne junto a la maizena, el aceite de sésamo y la clara de huevo. Amasamos bien dejando una pasta pegajosa. Tapamos con papel film y dejamos macerar un cuarto de hora.

Pasado ese tiempo, con la ayuda de una cuchara formamos bolitas ue pasaremos por harina, las aplastamos ligeramente y las doramos en una sartén.

Retiramos el exceso de aceite y añadimos un buen chorro de salsa teriyaki Kikkoman, meneamos la sartén para que las albóndigas se queden bien impregnadas en la salsa y servimos bien caliente.

Este es el momento de espolvorearlas con semillas de sésamo, pero yo no tenía hoy.

Las he acompañado de arroz blanco, pero estarían perfectas con una ensalada de hortalizas.